Descripción
En estas flautas el intérprete dirige el aire hacia el borde del tubo, pero sujetándolo de forma oblicua. La flauta de Nueva Zelanda llamada pōrutu fabricada con hueso de albatros, el kaval de los Balcanes y la mayoría de flautas llamada ney/nay de Oriente Próximo, por ejemplo, pueden clasificarse en este grupo.
Los instrumentos musicales más antiguos conocidos en el País Vasco son los aerófonos encontrados en las cuevas de Isturits a principios del siglo XX. Son trozos de tubos óseos y es una opinión aceptada que se trata de fragmentos de instrumentos musicales. Hasta ahora, se ha pensado que son flautas, concretamente flautas semioblicuas. Los músicos que cuentan con réplicas de estos instrumentos también las tocan así.
De todas maneras, algunos investigadores no descartan que se pueda tratar de otro tipo de aerófonos (con lengüeta o de los que se tocan mediante la vibración de los labios). Según dicen, puede que tuvieran una embocadura hecha con material perecedero y que la hayan perdido1.
Isturits es un pueblo de la Baja Navarra, donde a finales del siglo XIX encontraron las primeras huellas arqueológicas en una explotación de fosfato (Normand et al., 2012, p. 162). Tras aquel descubrimiento, hubo dos fases de excavación importantes. La primera la dirigió el arqueólogo Emmanuel Passemard entre 1912 y 1923. La segunda, en cambio, fue dirigida por el matrimonio de René y Suzanne Saint-Périer, y se llevó a cabo entre 1928 y 1959.
Según los investigadores (Mazo et al., 2015, p. 66), el yacimiento de Isturits es único, por la abundancia de tubos con agujeros que se encontraron (más de veinte) y porque allí se han conservado muestras de todas las fases del Paleolítico Superior (Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense). Todos los tubos están hechos de huesos de aves; muchos de ellos, con huesos de buitres, y por lo menos uno con huesos de quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). La técnica empleada para hacer los agujeros no es constante, pero, según los expertos, los hicieron raspando la pared del hueso, más que agujereándola (Ibíd., p. 75). Los análisis acústicos nos llevan a una escala pentatónica. Dicha escala musical no es muy habitual en la música vasca actual.
Probablemente, las investigaciones futuras nos ofrecerán más datos sobre estos instrumentos musicales.
Mixel Etxekopar tocando una reproducción de las flautas de Isturits. (Fot.: M. Etxekopar)
Juan Mari Beltrán tocando una reproducción de las flautas de Isturits. (Fot.: Soinuenea)
REFERENCIAS
1 Los músicos que han creado réplicas de los aerófonos de Isturits han utilizado diferentes tipos de embocaduras para hacer pruebas (Mazo Pérez et al., 2015, pp. 81-86): para tocarlos como flautas oblicuas mediante bisel; para tocarlos colocando una lengüeta simple de caña, o a modo de trompa, haciendo vibrar los labios.
FUENTES
BIBLIOGRAFÍA
BUISSON, D. (1990). Les flûtes paléolithiques d’Isturitz (Pyrénées-Atlantiques). Bulletin de la Société préhistorique française, Tome 87 (10-12), 420-433.
FLINTOFF, B. (2004). Taonga Puoro; Singing treasures; The musical instruments of the Maori. Craig Potton Publishing.
MAZO PÉREZ, C., GARCÍA BENITO, C., ALCOLEA GRACIA, M. (2015). Un caso de Arqueología Experimental aplicado a la Arqueología Musical. SALDVIE, (15), 65-91.
NORMAND, C., GOUTAS, N., LACARRIÈRE, J., SIMONET, A. (2012). El Gravetiense de la cueva de Isturitz: nuevas investigaciones, nuevos datos. In De las Heras Martín, C., Lasheras Corruchaga, J. A., Arrizabalaga Valbuena, A., De la Rasilla Vives, M. (Ed.), Pensando el Gravetiense: nuevos datos para la región cantábrica en su contexto peninsular y pirenaico (161-183). Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
DISCOGRAFÍA
BELTRAN ARGIÑENA, J. M. (zuz.) (2014). Hots larretan [CD]. CDNO 37 NO-CD Records. L.G.: SS 1402-2014.
ETXEKOPAR, M. & ROSSÉ, F. (2013). Aspaldian [CD+DVD]. KD1302 ZTK diskak.
Galería de imágenes
Audio
TOQUE CON FLAUTA DE ISTURITS
Esta es una interpretación libre realizada por Juan Mari Beltran en Soinuenea el 5 de agosto de 2021 con la réplica de una de las flautas encontradas en la cueva de Isturits (Baja Navarra). Aunque apenas sabemos nada sobre la música prehistórica, la posición de los agujeros de digitación de este instrumento musical nos ofrece una escala exacta y gracias a ello nos podemos acercar a los sonidos de aquella época.