Descripción
El rabel es un instrumento de la familia de los cordófonos frotados. La denominación arrabita en euskera no sólo se ha utilizado para este cordófono, sino también para referirse al violín. Seguramente la función que antiguamente desempeñaba la arrabita (rabel) sería adquirida posteriormente por el violín, de donde podría provenir la confusión de nombres.
Descripción del instrumento
El rabel suele tener caja de resonancia y mástil de madera. La tapa de la caja puede ser tanto de madera como de cuero. Del clavijero al puente pueden tensarse dos o tres cuerdas de crin, tripa o metal.
Modo de interpretación
Con una mano se sujeta el mástil y con los dedos se pulsan las cuerdas para dar las notas. Con la otra mano se coge el arco y con la cuerda de éste se frotan las cuerdas de la arrabita. Se puede tocar apoyando el instrumento contra el pecho y sobre el brazo (en algunos lugares posándolo verticalmente sobre la rodilla).
Observando el instrumento de frente, la cuerda izquierda suele dar la nota inferior (pedal o bordón) y marcar el ritmo con los movimientos del arco. La cuerda derecha da la melodía del canto. Las melodías que se tocan con la arrabita suelen tener un ámbito pequeño. Este instrumento se utiliza a menudo para acompañar al canto.
Iconografía
La presencia de rabelistas en la iconografía de Euskal Herria es importante. Se encuentran, por ejemplo, en los siguientes lugares:
En Álava, en la catedral vieja de Vitoria, en Santa María de Laguardia y en la parroquia de Tuesta.
En Bizkaia, en la parroquia de Lekeitio y en la iglesia de Andra Mari de Ondarroa.
En Gipuzkoa, en la parroquia de Santa María de Deba.
En Lapurdi, en la catedral de Baiona.
En Navarra, en la iglesia de Artaiz, en la iglesia de Santa María de Eunate, en la catedral de Pamplona, en la iglesia de San Miguel de Irurtzun, en el monasterio de Leire, en la iglesia de San Miguel de Estella, en la iglesia de Santa María de Olite, en la iglesia de San Martín de Tours de San Martín de Unx, en la iglesia de San Pedro de Etxano de Baldorba, en Santa María de Sangüesa y en el Monasterio de Oliva.
Historia
Sobre la denominación de estos cordófonos frotados el Padre Donostia (1952) ofrece algunos detalles: "Arrabit = violón, rebec; arrabitari = que toca el violín; arrabit-egile = luthier, instrumento de cuerda; xirribita = violín, rabel; xirribitari = jotzen duena.// Baita ere" soinu "," Soñu "(Son) El mismo término se utiliza también para referirse al ttunttun y a la "música" en general. "Sun.", "Sonülari" = violinista popular " (pág. 283).
En la actualidad, arrabita está casi totalmente aceptado como sinónimo de violín, pero a la vista de la documentación antigua, es evidente que aparecen mezclados con esta denominación dos instrumentos sonoros similares (que en castellano serían rabel y violín).
Creemos que, al igual que ha ocurrido en otras culturas de nuestro entorno, en nuestros pueblos antiguamente se utilizaron los rabeles, pero más tarde el violín ocuparía la función que tenía el viejo instrumento. Esta podría ser la causa de la confusión de nombres en época posterior. Nosotros aquí trataremos de limitarnos a los rabeles (arrabita).
Continuando con la obra de Aita Donostia (1952), podemos encontrar noticias sobre el uso antiguo de rabeles:
“en 1507. referentes a Tudela «a Sancho el rabetero.... dos reales.» En 1529. «3 florines de oro a tamborines y un rabiquete.» En 1532. «a dos salterios y un rabiquete... 3 sueldos.» En 1566 hubo en Hernani (Guipúzcoa) en las fiestas de San Juan, en seis días, «tamborin e Rebete y atabalero...». En el mismo Hernani, en 1569. el día de la Ascensión «sirbieron Pedro de Hecheverria y Miquele el ciego, tamborín y rabete». En Lequeitio, 1571, «se dieron a dos hombres tañedores de intrumentos, tamboril e rabel de arco».” (pág. 284)
En Valmaseda, … En 1571, «se dieron a dos hombres tañedores de instrumentos tamboril e rabel de arco, por dos días que se ocuparon en tañer en los regocijos del Nacimiento del Príncipe Nuestro Señor, 470 maravedises».” (pág. 268)
Los brujas de Fuenterrabia, Proceso del siglo XVII, de 6-de mayo de 1611 en Fuenterrabía, Paris, Paul Geulhner. (Rev. lntern.des Et. Basques, 1909). En este mismo proceso se declara que «esta tg (testigo) vió muchos ynstrumentos de tanbolines y Rabeles que tocaban en el dho Puesto» (declaración de Mª Alzueta).
En 1643 vinieron "los dichos Martearena de Arizcun con dos salterios. Miguel de Arteta, vecino de Pamplona, sacó una danza de ocho al son del salterio. Anton Gorri y compañeros vascofranceses con dos salterios, un rabel y dos danzantes."
En 1697 Pedro de Echeverria, jular, y seis compañeros julares y salterios, cobraron 150 reales por la ocupación y trabajo de tañer los julares, salterio y rabel. (pág. 275-276)
En la obra de Jesús Ramos (1990), referente al siglo XVIII, podemos ver la lista de músicos que se acercaron a las fiestas de Pamplona. En la siguiente se hace referencia al nombre del tocador, al instrumento, a la procedencia del músico, al año y a veces incluso al tipo de agrupación (págs. 102 a 118):
- Pedro Arizpe - Rabel, salterio y violín - San Juan de Pie de Puerto - 1708, 1716 ac(5r).
- Beltrán de Aróstegui - Rabel - San Juan de Pie de Puerto - 1708.
- Pedro de Bidagain - Rabel - San Juan de Pie de Puerto - 1701, 1704, 1708 - ac(r+4salterios, 3r)
- Fernando Cildoz - Flautas y rabel, chirimía, trompetilla - Aizoáin - 1770-74-75.
- Bernardo Echeverría - Rabel - Baigorri - 1702,1707.
- Domingo Hermendi - Rabel - San Juan de Pie de Puerto - 1708.
- Juanes de Recarte - Rabel - San Juan de Pie de Puerto - 1707-08.
Estos músicos (rabelistas) aparecen en muchos documentos antiguos de hasta el siglo XIX en casi todos nuestros territorios.
Iñaki Irigoien (1994) también recoge información sobre los siguientes instrumentos: «(XVIII.) Tomado de Zarate, habla de una alta montaña guipuzcoana donde hacían sus sacrificios: "También a usanza antigua sus biguirias, danzando al son de rabeles, albokas, y tamboriles" (pág. 53).
En 1997, tras ver y escuchar un instrumento de este tipo, el famoso cantante Manex Pagola, subdirector del Museo Vasco de Bayona, comentó: "Un viejo de mi pueblo me dijo que en su infancia la música de los carnavales del pueblo se tocaba con una cuerda".
Es evidente que estos instrumentos han sido muy utilizados en todos nuestros territorios; en solitario, con el pandero o como aparece muchas veces, formando grupo con el salterio (xirula-txistu/danburia).
FUENTES
Bibliografía
BELTRAN, Juan Mari. (1996). Soinutresnak euskal herri musikan. Donostia: Orain.
DONOSTIA, Aita. (1952). Instrumentos Musicales Populares Vascos. Obras Completas del P. Donostia. (Tomo II, 257-309). Bilbo: Ed. La Gran Enciclopedia Vasca.
IRIGOIEN, Iñaki. (1994). Dultzaina-gaita Bizkaian. Bizkaiko Dultzaina-La dulzaina en Bizkaia. Bizkaiko Foru Aldundia.
RAMOS, Jesus. (1990). Materiales para la elaboración de un censo de músicos populares de Euskal Herria, a partir de los instrumentistas llegados a Iruñea en el Siglo XVIII. Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra. (55. zk. 91-138). Iruñea: Institución Principe de Viana.
Galería de imágenes
Vídeo
Audio
Baratzeko pikuak (zatia). Juan Mari Beltran. Oiartzun, 1998.
Ficha completa
- Número:
- 87
- Clasificación:
- Cordófonos -> Friccionados
- Notas:
- Arrabita